Editor’s Note: El siguiente artículo del presidente internacional Newton B. Jones fue publicado el 10 de septiembre del 2019 en un Informe Especial de Energía del Washington Times.
LA URGENCIA DE mitigar el cambio climático ha llevado a muchos a proponer alteraciones radicales en la forma en que los humanos existen en el planeta. Algunos consideran que el rápido abandono de los combustibles fósiles es esencial para los objetivos climáticos. Esta opinión ciertamente está en el centro del Nuevo Trato Verde (Green New Deal) propuesto por la representante Alexandria Ocasio-Cortez (D-NY 14th) y el senador Ed Markey (D-MA) a principios de este año, y respaldado por algunos candidatos presidenciales demócratas.
Además del hecho de que no lograrían ningún impacto significativo sobre el cambio climático mundial, tales propuestas no tienen en cuenta adecuadamente los millones de empleos que se perderían en la agitación económica resultante. Es una propuesta en la que todos pierden.
Considere: El Nuevo Trato Verde exige que se ponga fin a la utilización de combustibles fósiles y un cambio al cien por ciento a las energías renovables en solo diez años.
Piense en lo que esto significaría.
No más gas natural, petróleo o carbón. No habrá automóviles, camiones, vehículos deportivos utilitarios (SUVs, por sus siglas en inglés) o equipos agrícolas que funcionen con gasolina o diésel. No más trenes o barcos impulsados por diésel. No más aviones que utilicen combustible de aviación. No más motores de gasolina para embarcaciones de pesca o de recreo. No habrá estufas, calentadores o calefacción a gas. Ningún producto derivado o que utilice petróleo: el asfalto para carreteras, el coque para la fabricación de acero, cientos de productos farmacéuticos, el queroseno para calentadores portátiles, gas propano para barbacoas en el patio o calefacción doméstica, o cientos de otros productos.
Cuando los radicales ambientales insisten en un enfoque corto de vista sobre las energías renovables como la única solución al cambio climático, ignorando la captura, uso y almacenamiento de carbono como el puente hacia un futuro de energía más limpia, su único logro es retrasar aún más cualquier solución.
Imagine el impacto en la economía y la sociedad estadounidense. Cierre de todas las minas de carbón, campos petroleros y refinerías. Cierre o reequipamiento de fábricas. Eliminación de aviones, barcos, locomotoras, semirremolques y otros vehículos que funcionan con combustibles fósiles. Y el cierre de las centrales eléctricas de los Estados Unidos que funcionan con gas natural, carbón y petróleo (sesenta y tres por ciento de toda la generación de energía).
Tal conmoción haría que millones de personas dejaran de trabajar o los obligaran a reentrenarse para otros trabajos «verdes» previstos por la propuesta. Esos empleos ecológicos teóricos probablemente no existirían en cantidad suficiente ni ofrecerían salarios y beneficios comparables a los que los trabajadores desplazados ganaban.
Utilizando datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, estimamos que hasta 9.2 millones de empleos directos e indirectos en solo catorce industrias de alto consumo energético estarían en grave riesgo bajo el Nuevo Trato Verde.
Se necesita un enfoque racional y práctico
En lugar de adoptar una política imprudente y temeraria que destruya las industrias estadounidenses y mate los empleos, deberíamos buscar un enfoque racional y práctico para el cambio climático que abarque una gama de soluciones. La energía renovable, la energía nuclear, la reforestación y la forestación, los edificios energéticamente eficientes, las modificaciones agrícolas, los cambios en el estilo de vida y la captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas en inglés) deberían ser parte de ese enfoque.
Las tecnologías CCUS han sido ampliamente ignoradas, pero son vitales por varias razones. En primer lugar, ofrecen el potencial de reducir drásticamente las emisiones de carbono en las industrias que dependen de los combustibles fósiles, especialmente la generación de energía y la refinación de petróleo. En segundo lugar, estas tecnologías ofrecen la única forma de descarbonizar procesos industriales de alta emisión como la fabricación de cemento y la fundición de aluminio.
Estas industrias ofrecen algunos de los trabajos manuales mejor pagados en América del Norte, y muchas comunidades dependen de los empleadores de la industria para la base impositiva que proporcionan. Las tecnologías para la captura, uso y almacenamiento de carbono pueden ayudar a garantizar que estas industrias sigan siendo viables, con una presencia de carbono mucho menor, hasta que las principales nuevas tecnologías, tal vez la energía basada en hidrógeno, estén disponibles comercialmente.
CCUS aborda al verdadero culpable del cambio climático: los gases de efecto invernadero, no los combustibles fósiles. Los combustibles fósiles son solo una de las muchas fuentes de emisión.
Además, cuando los radicales ambientales insisten en un enfoque corto de vista sobre las energías renovables como la única solución al cambio climático, ignorando la captura, uso y almacenamiento de carbono como el puente hacia un futuro de energía más limpia, su único logro es retrasar aún más cualquier solución.
CCUS es bueno para el medio ambiente, para los empleos y la economía
La adopción generalizada de CCUS sería un poderoso creador de empleos. La instalación de sistemas de captura, uso y almacenamiento de carbono requiere mucha mano de obra y requiere cientos o miles de oficios calificados en cada proyecto importante. Esas son excelentes oportunidades de empleo no solo para quienes construyen las instalaciones sino también para quienes las operan y mantienen y para quienes fabrican los componentes.
Los proyectos CCUS también requieren mucho capital. Pero según el Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), cumplir con los objetivos de calentamiento climático sin captura de carbono sería prohibitivamente costoso. Y las energías renovables no pueden hacerlo solas. A pesar de los años de subsidios y apoyo normativo favorable, la energía eólica y solar representaron menos del nueve por ciento de la generación de electricidad a escala de servicios públicos en el 2018 según las cifras de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos.
El costo de las tecnologías para la captura, uso y almacenamiento de carbono ya se ha reducido a medida que los sistemas se prueban, mejoran y alcanzan una escala comercial. Canadá ya está viendo una reducción de costos y una mayor captura de CO2 en una de sus estaciones de energía a carbón donde la tecnología entró en funcionamiento en el 2014.
Las políticas e incentivos gubernamentales pueden acelerar las inversiones CCUS de la industria, como lo ha demostrado Canadá.
En los Estados Unidos, el gobierno federal ha ampliado un crédito fiscal conocido como 45Q que es muy prometedor. Cuando esté completamente en su lugar, 45Q proporcionará un crédito fiscal de cincuenta dólares por tonelada de CO2 capturado y almacenado y treinta y cinco dólares por tonelada de CO2 capturado y utilizado (por ejemplo, en la recuperación mejorada de petróleo).
Mientras tanto, California ha modificado su estándar de combustible bajo en carbono para permitir créditos fiscales para la captura, uso y almacenamiento de carbono, que puede llegar a doscientos dólares por tonelada de carbono capturado.
Dichas políticas son críticas para promover un despliegue más rápido de CCUS en los Estados Unidos.
Puente hacia un futuro de energía más limpia
La mitigación del cambio climático se vuelve más urgente cada día. Pero matar empleos y destruir industrias no es la respuesta.
Las tecnologías para la captura, uso y almacenamiento de carbono pueden ayudar a preservar buenos empleos y crear otros nuevos. Y esas tecnologías pueden hacerlo mientras reducen las emisiones de carbono de las industrias esenciales que aseguran nuestra salud económica y competitividad mundial.
La captura, uso y almacenamiento de carbono puede ser nuestro puente hacia un futuro de energía limpia.
(Consulte www.CleanerFutureCCUS.org para obtener más información sobre la captura, uso y almacenamiento de carbono).