Miembro del L-13 se postula para la Cámara de Representantes de Pensilvania

SIÉNTESE CON BILL Monahan, miembro del Local 13 (Filadelfia) y candidato demócrata a representante estatal de Pensilvania en HD-109, y no tardará en empezar a hablar de cómo quiere «ayudar al pueblo». Es evidente que es un hombre de familia con un corazón compasivo, un orgulloso Boilermaker de cuarta generación y decidido a ser una voz para la gente trabajadora en su distrito del condado de Columbia.

Monahan no es ajeno a los cargos electivos del estado. Hace cinco años, el alcalde de Orangeville, donde Monahan vivía en ese momento, renunció. Cuando sólo quedaban seis meses de mandato, el secretario de la ciudad llamó al Boilermaker por veinte años para preguntarle si lo sustituiría y se postularía como alcalde cuando volvieran a celebrarse las elecciones. Dijo que sí, ganó las elecciones y pasó unos dos años en el cargo antes de que él y su familia se mudaran de la ciudad para que sus abuelos se pudieran mudar a su casa de un piso. La medida lo hizo inelegible para ser alcalde.

Ed Harkins, que hasta hace poco dirigía el comité de asuntos del gobierno estatal del L-13, animó a Monahan a postularse a la Cámara de Representantes.

«Cuando se convirtió en alcalde por primera vez, lo vi como una forma de entrar en la puerta con los legisladores estatales», dice Harkins. «Y funcionó. Iba a algunas de esas reuniones en Harrisburg, mencionaba que era el alcalde de Orangeville y eso le abriría las puertas».

Su período como alcalde es una gran razón por la que Monahan se postula para un cargo estatal. En los últimos años, desde que se involucró en la política estatal, se ha preguntado cómo los Boilermakers podrían ser más eficaces en la representación del sindicato ante los que ejercen el poder político.

Vengo de la clase obrera. Estoy tratando de trabajar duro para ser la persona que la gente necesite en este momento.

«Después de hablar con los representantes y senadores estatales, descubrí que no saben lo que es o lo que hace un Boilermaker», dice. «¿Qué mejor manera de que un Boilermaker tenga voz que postularse para un cargo público? Y no sólo los Boilermakers, necesitamos el trabajo sindical para defender a los trabajadores y trabajadoras».

Eso es exactamente lo que Monahan pretende hacer. Quiere ser un solucionador de problemas no sólo para los trabajadores de los sindicatos de la construcción, sino también para los no sindicalizados. Su plataforma incluye apoyar a los trabajadores esenciales como maestros y enfermeras y actuar como un enlace vital para las comunidades de la clase trabajadora. También está atento a estimular la economía local apoyando la formación vocacional y mejorando las oportunidades de trabajo de quienes se ganan la vida en los oficios de la construcción.

Monahan se describe a sí mismo como un tipo de hombre con «las botas en la tierra». Él cree que no sabrá los problemas que enfrentan las personas sin hablar primero con ellos, algo que aprendió siendo supervisor en los lugares de trabajo.

«Si no haces preguntas, realmente no sabes en qué enfocarte», dice. Es por eso por lo que, antes de que el COVID-19 detuviera su campaña de visitas a domicilio, fue de casa en casa, a menudo con una chaqueta Carhartt y sus botas de trabajo marcadas, escuchando las preocupaciones de las personas a las que pedía que votaran por él en noviembre.

«Vengo de la clase obrera», dice Monahan con orgullo. «Estoy tratando de trabajar duro para ser la persona que la gente necesite en este momento». No se trata de interés propio. Cuando me vean, quiero que digan: “Este tipo está a nuestro favor”. Es debido a mi experiencia con los Boilermakers que estoy trabajando arduamente para los trabajadores de Pensilvania».