El campamento de entrenamiento cautivó a Loyd, del Local 108.

Nathaniel Loyd, del Local 108 (Birmingham, Alabama), comenzó su trayectoria sindical en un campamento de entrenamiento de Boilermakers. Cuatro años después, obtuvo el premio al aprendiz del año en la competencia nacional de aprendizaje de 2025, patrocinada por el programa nacional de aprendizaje de Boilermakers. El logro de Loyd refleja años de arduo trabajo, dedicación y compromiso con la excelencia en el oficio.

Loyd conoció a los Boilermakers a través de su amigo y compañero del L-108, Abbott Dempsey, quien le habló de las oportunidades en el sindicato y también de un campamento de entrenamiento de Tennessee.

"Abbott también era de primera generación", dijo Loyd. "Iba a asistir a la primera clase del campamento de entrenamiento, y eso fue lo que me interesó en unirme".

Ese primer campamento de entrenamiento condujo a cuatro años de formación práctica como aprendiz, y ese camino finalmente llevó a Loyd a la competencia nacional. Cuando se anunció su nombre como ganador nacional, Loyd describió el momento como inesperado y profundamente gratificante. "Me sorprendió y emocionó que todo mi trabajo y estudio hubieran dado sus frutos", dijo. "Fue una sensación increíble".

Representar al Local 108 y al área sureste fue un motivo de orgullo para Loyd. Estaba muy emocionado de representar a su local y a todos los dedicados oficiales, aprendices y al programa de aprendizaje del L-108. "Tenemos una sólida tradición de habilidad y hermandad”.

A lo largo de su trayectoria hacia el título, Loyd reconoce el mérito de los Boilermakers, quienes lo ayudaron a desarrollar su oficio durante sus años de aprendizaje. Muchos Boilermakers, tanto oficiales como aprendices, lo guiaron y lo ayudaron en el camino.

Scott Smith, del Local 108, le enseñó cómo montar el equipo. Butch Roberts y Joel Miller, ambos del Local 108, le enseñaron a soldar tubos en una pared de agua. Chris Byrd, del Local 37 (Nueva Orleans), y Rubén Medina, del Local 433 (Tampa, Florida), lo ayudaron a comprender y trabajar en centrales nucleares.

“Los Boilermakers son definitivamente una hermandad más que nada, especialmente en el trabajo”, dijo Loyd. “Parece que, sin importar dónde estés, sigues siendo sindicalizado, Boilermaker sindicalizado. Y siempre es un buen grupo de personas”.

Para prepararse para la competencia, Loyd se dedicó tanto al estudio como a la práctica. “Fue mucho trabajo de libros (OSHA, LMS) y mucha capacitación práctica como soldadura, corte con soplete, ranurado por arco y laminado de tubos”, dijo.

Las pruebas escritas resultaron ser la parte más desafiante para Loyd. Comentó que lo más difícil, tanto en las competencias regionales como en las nacionales, fueron "sin duda las pruebas escritas, junto con el laminado y corte de tubos, ya que nunca antes había hecho eso en un trabajo", comentó.

Conocido simplemente como "Loyd" entre sus compañeros, comentó que la competencia le enseñó mucho sobre sí mismo. "Aprendí que prefiero el trabajo práctico a estar sentado frente a una computadora", dijo. "También me di cuenta de las múltiples facetas de la calderería, incluyendo centrales eléctricas, refinerías, fábricas de papel, acerías y mucho más".

Sobre todo, Loyd atribuye su éxito a las personas que más lo apoyaron: su familia y su esposa.

"Quiero agradecer a mi familia por inculcarme una ética de trabajo duro y la voluntad de aprender", dijo. "Y me gustaría agradecer a mi esposa por estar ahí en cada paso del camino. En cada trabajo y cada competencia, motivándome a dar lo mejor de mí, siempre”.

La victoria de Loyd es un testimonio de su mentoría, perseverancia y orgullo por el oficio. A medida que continúa su carrera, encarna el espíritu de Boilermaker. Es fuerte, hábil y comprometido con la excelencia.