Aprendí que, si se quiere algo, hay que establecer metas y seguir adelante. No importa que edad tenga uno. Soy prueba de eso.
El ganador de la Competencia Nacional de Aprendizaje 2019, Billy Shick, del Local 374 (Hobart, Indiana), es un Boilermaker de segunda generación que lleva los oficios de la construcción en la sangre. Su tío, Dewey Shick, trabajó como contratista de carpintería y su padre, Butch Shick y su hermano mayor, Chuck Shick son Boilermakers. Aunque conocía a los Boilermakers y entendía lo que hacían, Shick tomó un camino sinuoso hacia el sindicato.
«Estuve haciendo mis propias cosas», dice. Y esa «cosa» fue trabajar en la construcción no sindicalizada durante dos décadas, utilizando los conocimientos que había aprendido de su tío, Dewey Shick, un maestro carpintero.
Cuando Billy Shick cumplió treinta y seis años, su hermano finalmente lo convenció de que diera un salto de fe y se uniera al sindicato de los Boilermakers.
«El sindicato ha hecho mucho por mí en cuanto a salarios, beneficios y una pensión», dice.
Mientras trabajaba en su primer empleo como aprendiz, oyó hablar de la competencia nacional de aprendices graduados y decidió que cuando llegara el momento, querría competir.
«Sabía que quería hacerlo», dice. «Quería ser esa persona».
Por lo tanto, trabajó para hacerlo realidad. Primero, entrenó para la competencia regional. Y cuando quedó en segundo lugar, utilizó esa derrota para motivarse a si mismo a apuntar más alto en el concurso nacional.
«Ser finalista fue lo que me llevó a esforzarme más», dice Shick. «Sabía que había ciertas áreas que necesitaba mejorar». Se trataba de libros, normas de seguridad de OSHA y lectura de planos. «Cuatro o cinco veces a la semana, revisaba todo. Pasé todo el verano en esto cuando no estaba trabajando. Cada vez que podía, estaba en el salón sindical quemando, soldando y repasando polipastos».
Cuando se presentó en la competencia nacional, tenía una cosa en mente: ganar. Él dice que su objetivo desde el principio fue «destronar al Local 169, especialmente después de que me ganaron por un punto en las regionales».
A lo largo de todo el proceso, tuvo mucho apoyo de amigos, hermanos y hermanas sindicales, tanto en persona como en las redes sociales.
«A veces pensaba, “esto es demasiado”, pero entonces la gente me animaba y seguía adelante», dice Shick.
Él dice que los momentos más desafiantes de la competencia ocurrieron en el ejercicio de diseño elíptico, debido al límite de tiempo de dos horas.
Durante todo el concurso, nunca dio por sentado una victoria, porque la competencia era muy feroz. «Los muchachos con los que competí son de primera categoría. Al ver su trabajo, se ganaron su lugar aquí. Trabajaría con cualquiera de ellos cualquier día. Son muchachos muy hábiles».
Le da crédito a sus hermanos y hermanas del L-374 que le ayudaron a aprender en el trabajo durante los últimos cuatro años. Especialmente a sus instructores de aprendizaje del L-374 Zona 3, Stephen Hurm, Pete Merkel (ahora el despachador de la Zona 3) y Brad Young. También al instructor de la zona 1, Nick Tokarz.
«Me dieron todo lo que necesitaba. Y cuando tenía preguntas, siempre me daban las respuestas».
También contó con el apoyo de su madre, padre, hermano, familiares, amigos y especialmente de su prometida, Tammy Mikeworth.
Dice que competir por la victoria le enseñó algunas cosas que puede usar para el resto de su vida. «Aprendí que, si se quiere algo, hay que establecer metas y seguir adelante. No importa que edad tenga uno. Soy prueba de eso. Nunca es demasiado tarde».