Fue un honor trabajar con el comité organizador, uno de los comités más sólidos que he visto en los últimos 30 años.
El comité organizador trabaja incansablemente para sindicalizar a Mountain Cement en Laramie, Wyoming.
En Mountain Cement en Laramie, Wyoming, donde dos enormes hornos rotatorios funcionan día y noche, los trabajadores han ganado una ardua lucha por la representación sindical que resonará en el movimiento laboral de Wyoming durante años. Con un 63% de los votos, la totalidad de la plantilla de 110 personas, incluyendo cuadrillas de canteras y conductores de camiones, hasta operadores, técnicos de laboratorio, mecánicos, electricistas y personal de envíos, decidió unirse y votar a favor de sindicalizarse. El único puesto excluido fue el de guardia de seguridad de la entrada principal.
Esta victoria se produjo a pesar de una férrea oposición. La gerencia contrató consultores externos para realizar reuniones obligatorias de dos horas, infundiendo miedo y desinformación a los empleados constantemente. Mientras los trabajadores se mantuvieron firmes, la empresa fue acusada de 10 cargos por prácticas laborales injustas.
El comité organizador —un grupo ecléctico de vaqueros, motociclistas y veteranos— personificó la tenacidad de la fuerza laboral de Wyoming, con la determinación necesaria para superar a la gerencia y a sus consultores antisindicales. El gerente comercial/secretario tesorero, Robert Gallegos, la junta ejecutiva del Local 101 y los delegados apoyaron a los organizadores en cada paso del camino.
“El comité organizador trabajó con dedicación y empuje. Tuve el privilegio de trabajar junto a ellos en nuestra campaña de sindicalización”, dijo Gallegos.
Pablo Barrera, organizador de Western States, lideró la campaña, que se construyó desde cero. Los trabajadores de Mountain Cement contactaron a los organizadores a través de FormaUnion.com en la primavera. Durante la campaña, el comité organizador repartió volantes en concesionarios de automóviles, en tiendas y restaurantes de Laramie y publicó anuncios en redes sociales para contrarrestar los mensajes antisindicales de la empresa.
“Fue un honor trabajar con el comité organizador, uno de los comités más sólidos que he visto en los últimos 30 años”, dijo Barrera.
Además del comité, iglesias, pequeñas empresas y líderes políticos brindaron su apoyo, y el periódico local difundió la noticia a la comunidad en general.
Según la AFL-CIO de Wyoming, el estado no ha tenido una elección sindical de esta magnitud, ni una victoria sindical de ninguna magnitud, en los últimos 15 años.
“Fue una batalla campal. Pero no nos rendimos”, dijo Barrera. “Esta victoria sindical garantiza mayores oportunidades, una representación más sólida y un futuro más seguro para las familias trabajadoras de Wyoming. Estoy listo para la siguiente campaña.”
Mientras Mountain Cement se prepara para expandir la producción a través de su proyecto K3, lo que podría duplicar la fuerza laboral, la victoria de los Boilermakers garantiza que todos los trabajadores afrontarán ese futuro con una sólida representación y una voz segura en el trabajo.
En cuanto a la organización de los trabajadores de Wyoming, la lucha apenas comienza.
