Mejor aprendiz graduado agradecido por la formación, el apoyo
EN CUALQUIER MOMENTO, durante la competencia de graduados 2018 del Programa Nacional de Aprendizaje de los Boilermakers, se puede echar un vistazo al ganador Josh Slater y encontrar la intensa concentración y determinación en su rostro: a través de chispas, en un alto aparejo e incluso en consulta con su compañero de equipo de soldadura. La concentración y la determinación, dice, son dos cosas que todo aprendiz en el Local 169 (Detroit) aprende desde un principio.
Es evidente que su local está comprometido con la formación de Boilermakers de calidad: Slater estaba compitiendo para convertirse en el sexto aprendiz graduado del Local 169 en obtener el máximo honor en los últimos 10 años. A lo largo de la competencia del 2018, la racha ganadora del L-169 empujó a Slater a hacer su mejor esfuerzo.
“Sentí mucha presión”, dice. “Nadie me dijo ‘más vale que ganes’. Todo fue presión propia. Pero en mi mente sabía que lo habíamos hecho muy bien en el pasado, no quería decepcionar a nadie”.
Y aunque logró el primer lugar en la competencia, convertirse en un Boilermaker no fue la primera opción que Slater consideró después de graduarse de la escuela secundaria. En su lugar, tomó un curso de soldadura de 10 semanas, pensando que podría encontrar un trabajo estable y bien remunerado en un taller.
“Pensé que estaría ganando buen dinero con las certificaciones que tenía”, dice Slater. “Encontré que los talleres locales de soldadura no pagaban muy bien”.
Él ya había solicitado un puesto de aprendiz en el Local 169 pero todavía no le habían respondido, por lo que decidió cambiar de dirección y asistir a la escuela de enfermería. Pero antes de comenzar las clases, el local lo llamó, y se estableció su trayectoria profesional.
“Justo a tiempo”, dice Slater con una sonrisa. Y, dice, una buena elección. “En los oficios especializados, los sindicatos son donde vas a ganarte la vida”.
Hasta el momento, ha disfrutado sus años en la Hermandad, aunque admite que el tiempo y el entrenamiento que dedicó a la preparación para la competencia requirieron dedicación. Pero valió la pena.
“Apenas dormí la primera noche sabiendo que cuando había terminado con un evento, dejé algunas cosas sin hacer”, dice. “En ningún momento pensé: ‘lo tengo bajo control’. Todos lo estaban haciendo muy bien”.
Para prepararse para la competencia a nivel nacional, Slater se centró en las pruebas escritas. “Pensé en la parte práctica, si estás en la competencia es mejor que ya sepas cómo quemar, soldar y raspar. Realmente me centré en la parte teórica”.
Mientras que la prueba escrita fue difícil, dice, el ejercicio de aparejo fue aún más difícil. “En la parte del aparejo, había una forma específica que era la correcta. Pero podrías hacerlo de 100 maneras diferentes. Esto me hizo pensar. Y sudar.
Slater agradeció el entrenamiento del presidente del L-169, Mike Card, que también coordina la capacitación para el local. También reconoció la orientación que recibió por parte del gerente de negocios/secretario-tesorero Bob Hutsell y los ganadores anteriores Marcus Delo y Brandon Dormire, así como muchos otros miembros que lo ayudaron a prepararse. Él dice que su esposa (y novia de la escuela secundaria), Courtney Slater, le ofreció apoyo y aliento constante.
Slater dice que fue una competencia muy reñida en la que cada participante era excelente y donde todos los detalles importaban. “No quería obviar ningún detalle porque sabía que podría ser el decisivo”.