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La inundación de Luisiana sacó a la familia Howell de su hogar

El hogar de Anthony Howell, izquierda, durante la inundación de agosto del 2016.

El fondo de ayuda para desastres ayuda a los miembros a recuperarse

TODAVÍA ESTABA OSCURO en la casa de Anthony (Cornbread) Howell en Albany, Louisiana, aquella mañana lluviosa del pasado agosto, cuando fue despertado por unos golpes en la puerta de su casa. Una vecina cargada de ansiedad le dijo que tenía agua entrando en su casa. Históricamente las lluvias habían empapado el estado, y en Livingston Parish, donde vive Howell, cayeron más de 31 pulgadas en 15 horas.

A una hora de hablar con su vecina, Howell, el gerente de negocios del Local 37, (de Slidell, Louisiana), vio el agua subir un pie dentro de su propio hogar. Llegaría a 26 pulgadas, “haciendo flotar las camas”, antes de que se detuviera. Él le dijo a su esposa y a sus tres hijas adolescentes que tomaran algo de ropa y cualquier medicamento que necesitaran, y la familia se preparó para conducir a un terreno más alto. Pero primero Howell se metió con el agua hasta el cuello empujando una “barcaza” para ayudar a una vecina de edad avanzada, conocida como la señorita Penny, trasladarse a un lugar a salvo.

“Yo estaba en modo de supervivencia”, recordó Howell más tarde. “Solo teníamos que salir de allí.” Howell y su familia se trasladaron a Ponchatoula y pasaron las próximas ocho semanas viviendo en la casa de su suegra.

Escapar de la inundación fue sólo la primera fase de la crisis. La reconstrucción de sus vidas y propiedades requeriría mucho más tiempo. Aunque el agua retrocedió bastante rápido, un contratista le dijo a Howell que tomaría alrededor de $80,000 restaurar completamente su casa. Por desgracia, la póliza de seguro contra inundaciones que Howell había comprado semanas atrás no había alcanzado el umbral de los 30 días antes de que comenzara su cobertura. El seguro no pagaría un centavo.

Howell solicitó rápidamente ayuda financiera de la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), la cual, dijo que, “haría su vivienda habitable pero no se la devolvería como era antes”.

Mientras tanto, le llegó un cheque del fondo de ayuda para desastres de los Boilermakers. El dinero fue un gran incentivo para la familia, que, con la ayuda de sus amigos, estaban haciendo todo el trabajo posible en la restauración. También fue un impulso para su moral.

Howell recordó: “En una situación como esta, no te das cuenta de lo que estás gastando – compra de alimentos para aquellos que te ayudan, idas y vueltas a Lowe's [tienda de mejoras para el hogar]. No te das cuenta de lo que una inundación puede hacer hasta que te golpea. Vives el día a día.”

Treinta y tres Boilermakers que sufrieron daños por la inundación de agosto del 2016 recibieron apoyo financiero a través del fondo de ayuda para desastres. “Es algo muy bueno”, dijo Howell. “Somos una hermandad; no somos sólo compañeros de trabajo. Los hermanos y hermanas deben ayudarse unos a otros.”

El fondo ha ayudado a muchos miembros que fueron afectados por desastres naturales, desde un tornado en Indiana, incendios forestales e inundaciones en Alberta, inundaciones en Texas y Louisiana, al huracán Sandy en el medio Atlántico y el noreste. Boilermakers International está trabajando para desarrollar un sitio en Internet para que sea más fácil para los miembros hacer donaciones al fondo. La dirección del sitio en Internet se publicará en un futuro número de The Reporter.