Ofrecer una taza de café, un refrigerio y una breve conversación hace que la visita al hospital de un veterano sea menos estresante.
Jubilados del Local 105 (Chillicothe, Ohio) pasaron un día como voluntarios en el sistema de salud del VA Cincinnati para ofrecer donas y un poco de alegría a los veteranos. Cada mes, el sindicato de la construcción de Cincinnati busca un oficio para ofrecerse como voluntario, y los Boilermakers respondieron a la llamada en agosto.
“El mismo grupo de Boilermakers lleva muchos años haciendo esto y se enorgullece de formar parte de ello”, afirma Steve Maupin, jubilado de la L-105. “Ofrecer una taza de café, un refrigerio y una conversación rápida hace que la visita al hospital de un veterano sea menos estresante.”
Es una forma sencilla de contribuir, pero no se trata solo de repartir donas, fruta, café y jugo. Cada voluntario de Boilermakers tiene familiares que sirvieron en el ejército y comprenden la importancia de hacer algo para ayudar a los veteranos a sobrellevar su día a día de forma más llevadera.
“Los voluntarios dicen que es muy gratificante y una sensación difícil de describir”, añade Joseph Ledford, gerente comercial/secretario-tesorero de la L-105.
También es una buena estrategia de relaciones públicas para la logia y el sector de los Boilermakers. El voluntariado, señala Ledford, es una excelente manera para que las logias demuestren su preocupación por las comunidades en las que viven y trabajan. “No mucha gente sabe qué es un Boilermaker, y el servicio comunitario o el voluntariado es una buena manera de educarlos sobre quiénes somos y qué hacemos.”




