Creo que nuestros miembros son algunos de los más valientes al salir a trabajar durante el asedio de este virus.
En el espíritu del verdadero sindicalismo, los miembros del Local 128 (Toronto y toda la provincia) donaron treinta mil dólares a organizaciones benéficas de todo Ontario a finales del 2020 a través de la Campaña de la Cinta Púrpura (Purple Ribbon Campaign) de los Boilermakers. La Campaña de la Cinta Púrpura comenzó en el L-146 (Edmonton, Alberta) en abril del 2020 como una forma de apoyar a los trabajadores esenciales mientras se producían paros en todo Canadá debido a la pandemia del COVID-19.
Roy Grills, gerente de negocios-secretario/tesorero del L-128, dijo que, debido al enfoque de la Campaña de la Cinta Púrpura en los trabajadores esenciales, el vicepresidente internacional de Canadá Arnie Stadnick amplió la campaña a todas las logias de Canadá. El Local 128 aceptó la convocatoria a las donaciones para hacer frente a la necesidad visible en las comunidades donde viven y trabajan sus miembros. Grills dijo que la urgencia de apoyar a los bancos de alimentos, aunque siempre es necesaria, fue aún mayor en el 2020 debido a la pérdida récord de puestos de trabajo y al elevado desempleo.
«Nos enteramos de que las donaciones a los bancos de alimentos disminuyeron, pero las necesidades aumentaron», dijo Grills.
El L-128 hizo seis donaciones de cinco mil dólares a bancos de alimentos de Thunder Bay, Sault Ste. Marie, Sudbury, Hamilton, Kingston y Sarnia. Debido a la pandemia, el local canceló sus celebraciones navideñas anuales. En lugar de retener el dinero presupuestado para las celebraciones para el año siguiente, el local optó por donarlo.
«Estábamos intentando hacer llegar los cheques antes de Navidad», dijo Grills. «Sudbury nos dijo que la donación no podía llegar en mejor momento. Estaban repartiendo los alimentos que les quedaban para las familias. No quedaba mucho».
Además de las donaciones al banco de alimentos, los miembros del L-128 también organizan campañas de recaudación de fondos y de ropa, todo ello en un esfuerzo por devolver a las comunidades locales. Grills expresó que la pandemia ha sido difícil para todos, pero que desde que el gobierno consideró a los Boilermakers trabajadores esenciales, el local ha estado bien. Los miembros siguen trabajando, pero con mayor riesgo debido al virus.
«Me gustaría dar las gracias a los miembros del local», dijo Grills. «El último año ha sido un tiempo difícil con esta pandemia. Creo que nuestros miembros son algunos de los más valientes al salir a trabajar durante el asedio de este virus».